Si parecía que el sistema de acentuación en español es poco claro para algunos de nuestros estudiantes hoy venimos a añadir un nuevo problema: las palabras con doble acentuación o biacentuales.
¿Por qué existen palabras en español con dos posibles acentuaciones? La respuesta es muy fácil, porque estas palabras tienen dos posibles pronunciaciones correctas y aceptadas por la RAE y por tanto se pueden escribir de dos maneras diferentes.
Como ejemplos más comunes tenemos afrodisiaco y afrodisíaco, policiaco y policíaco, cardiaco y cardíaco, paradisiaco y paradisíaco.
Como podéis ver en estos ejemplos tenemos siempre dos vocales, una abierta y una cerrada que forman (o no, depende de la acentuación) un diptongo, aspecto que en la evolución de nuestra lengua ha tenido vacilaciones en muchas palabras. En estos casos las variaciones han sido tan extendidas que han obligado a la Real Academia Española a aceptar ambas posibilidades. Ya sabemos que va contra las leyes de la economía lingüística, pero han tenido que rendirse a la evidencia, ya que ambas se usan ampliamente por multitud de hablantes.
Otro caso diferente, del que podemos encontrar múltiples ejemplos, tiene que ver con las palabras de origen extranjero que el español ha aceptado como mejor ha sabido o ha podido. En algunos casos se ha pretendido imitar la pronunciación nativa, y en otros se ha preferido españolizar la palabra, por lo que tenemos pares interesantes como chófer y chofer, fútbol y futbol, cóctel y coctel, vídeo y video, kárate y karate.
Dentro de este aparente caos es posible encontrar alguna pequeña regla, por ejemplo:
Las palabras terminadas en -lisis tienen dos acentuaciones como: electrólisis o electrolisis, hidrólisis o hidrolisis.
Excepto las siguientes palabras: análisis, catálisis, diálisis, parálisis, que mantienen su acentuación original.
Las palabras terminadas en -scopia en América se escriben con acento. Ejemplos: Endoscopia o endoscopía, colonoscopia o colonoscopía.
Las palabras terminadas en -plastia en América se escriben con acento. Ejemplos: rinoplastia o rinoplastía.
La Real Academia y otras fuentes consultadas se limitan a explicar que existen las dos posibilidades, pero no dan información sobre la frecuencia de uso.
Para tener una estimación podemos hacer la prueba de google , es decir, introducir las dos palabras y ver el número de resultados ofrecidos , por ejemplo:
Cardiaco: Aproximadamente 5.280.000 resultados
Cardíaco: Aproximadamente 10.600.000 resultados
Por lo tanto vemos que es más común la segunda opción. No hace falta decir que esta prueba es algo orientativo, y nunca se debe tomar esta información como una verdad absoluta.
En muchos casos, la elección entre una u otra posibilidad depende de la distribución geográfica. Por ejemplo, en España es más usada la palabra vídeo, aunque a muchos hablantes les cueste escribir el acento, mientras que en América predomina video. Si consultamos el diccionario de la Real Academia Española (www.rae.es/recursos/diccionarios/drae) vemos que tras la primera opción aparece: m. Esp. Es decir, masculino y usado en España. Tras la segunda opción (sin acento): m. Am. Es decir, masculino y usado en América.
Si se quiere obtener una información más precisa sobre la frecuencia de uso de una palabra o su distribución geográfica os recomendamos el siguiente diccionario en línea: lexicoon.org donde encontraréis esta información y muchas otras relativas a la palabra buscada.
No debemos confundir estas palabras con dos posibles pronunciaciones y acentuaciones, con palabras cuyo cambio de acento conlleva un cambio en el significado, categoría gramatical o tiempo verbal. Algunas de éstas permiten incluso tres acentuaciones diferentes, por ejemplo:
ánimo, animo, animó
depósito, deposito, depositó
cronómetro, cronometro, cronometró
hábito, habito, habitó
título, titulo, tituló
Y, por último, recuerda que: